Moralejas de la vida

Sé que no suelo escribir cosas como estas en el blog, pero tampoco quería callar.
Es la forma más sutil que he encontrado para explicar lo malos que son los celos, los cuales te pueden dejar sola.


Había una vez una chica que vivía anclada en el pasado. Sólo pensaba en que cuando vivía con sus padres salía de compras los sábados y le compraban lo que pedía. También su hermano le daba a veces dinero para comprarse caprichos lo cuál hizo que no valorase todo lo que se le daba.

Pasaron los años y creó su propia familia, pero sus pensamientos seguían anclados en el pasado, siempre decía:  yo antes estaba delgadísima, yo siempre compraba ropa de marca, yo siempre iba a buenos restaurantes a comer, yo era , yo era...... y justificaba su vida actual con frases como yo compré el piso en esta zona porque lo compré muy joven sino viviría en otra zona, yo no viajo porque tal o porque cuál siempre justificándose sin motivo alguno...... incluso en alguna ocasión le daba verguenza decir en que trabajaba el marido.

Vamos que en vez de pensar que había cambiado su vida anterior por su familia y que ello merecía la pena pensaba en lo que podría tener, lo que podría comprar.....

Su egoismo era tal,  que no contenta con toda la ayuda que recibía por parte de la familia ( que era mucha, muchíiiiiisima) , le parecía mal si se compraban algo en vez de darle el dinero a ella. Tenía celos de su propia familia!!!!


Incluso si la llamabas para preguntarle qué tal el verano o felicitarla por un cumple contestaba mal. Tal vez porque  esperaba más, pero no pensaba en que ella ni había llamado para felicitar ni para preguntar por el verano de los demás.

Era dificil acertar con ella, por lo que la gente empezó a distanciarse.

 Eso sí, alardeaba de haber madurado y disfrutar de esa etapa de madurez. Pero como siempre todo quedaba ahí, en alardes.

Un día la invitaron a una fiesta y como se sentía el centro del universo actuó de forma inapropiada con alguna de las invitadas a dicha fiesta, sin darse cuenta que había más invitadas que la vieron y  que ella misma se desenmascaró con su actitud.

Como fueron varias las personas que presenciaron tal situación, se formó al menos un corrillo con chismorreos..... a los que la invitada que había sufrido sus impertinencias ya no quiso entrar.
Al parecer no tenía muchas amigas en la fiesta.

No aprender a valorar lo que tienes te hace perderlo.


MORALEJAS:

Nunca serás "feliz como una perdiz" hasta que no asumas lo que eres y dejes el pasado.
No existen trabajos indignos, pero sí gente indigna
Nadie está obligado a tenderte una mano, pero si te la tienden, no exijas el brazo entero.
Madurar implica sentarse a hablar las cosas, coger el toro por los cuernos, no rodearlo.
Si a tu familia le van bien las cosas, alégrate,  y más aún siéntete afortunada por TODO lo que te dan, no por lo que te dejan de dar.
Si te llevas mal con casi todo el mundo empieza a pensar que tal vez tú tengas algo que cambiar.

Y lo último y más importante  decir que a esta chica   no le deseo ningún mal,  al contario, bastante castigo tiene ya con los celos y las envidias que acarrea.